miércoles, 1 de julio de 2009

¿Zócalo o Escalón?

La Directora de los Zócalos tiene, contra todo pronóstico, estatura media alta y la columna plenamente derecha. Uno supondría que, debido a la especificidad del trabajo, debiera ser, por lo menos, enana; y sino, con una columna vertebral parecida al Jorobado de Notredame. Pero no. La Directora de los Zócalos es una persona como cualquier otra. Así, casi como uno. Tiene una sola particularidad: una virtud en descubrir cualquier tipo de pelusa alojada sobre el milímetro paralelo que poseen los zócalos al terminar (o al empezar, depende de qué lado se mire).
La Licenciatura en Zocología es una carrera realmente ardua. Materias que van desde “cómo medir un zócalo con sólo mirarlo” hasta “análisis psicofísico entre un conviviente y un zócalo no tradicional” son algunos de los temas más influyentes en la Corriente Zocalista Argentina. Algunas vertientes plantean la necesidad de la construcción de zócalos que no obstaculicen el camino intrahogareño ya que está demostrado que la mayoría de las personas que conviven en departamentos, sufren accidentes zocalísticos al levantarse a la mañana y no poder evadir el centímetro excedente de la pared. Otros, en cambio, más esteticistas, cuestionan la sola presencia del zócalo como innecesaria y como causa de mayores costos en la construcción. La vertiente más progresista afirma que el zócalo es un instrumento de diferenciación social que divide aquella población entre los que tienen y los que no.
La especialización, que supone la adhesión a alguna de estas líneas de pensamiento, está fuertemente cuestionada por los alumnos de la Sede Central (ubicada en la calle Piedras al 500) permitiendo la formación de grupos con tendencia política variada; así encontramos agrupaciones como “Proyecto Zócalo”, “Partido Zocalístico Obrero” o “Frente Para el Zócalo” que, si bien tienen ideologías diferentes, poseen un lineamiento común: el zócalo como un servicio más. Esto quiere decir que la construcción de zócalos debe realizarse en un marco de construcción de vivienda digna; así, la permanencia de un zócalo en una casa, departamento, ph, hotel o pensión debe ser tan importante como poseer cloaca, gas natural y luz. Esta postura apunta a defender la funcionalidad del zócalo contra las distintas posturas de la Corriente Zocalista Argentina cuyo trasfondo, según denuncian los propios alumnos de la facultad, es reemplazar el zócalo por un escalón ya que, argumentan, este último posee mayor utilidad en la cotidianidad debido a la posibilidad que tiene una persona para usarlo para comer, sentarse, descansar, apoyar diversos artefactos hogareños, entre otros. Sin embargo los activistas de las agrupaciones defienden el lado psicológico del zócalo ya que permite una distinción entre el piso y la pared de manera que, de reemplazarlo o quitarlo de los diseños de construcción, se estaría amenazando la psiquis de convivientes que no podrían distinguir entre uno u otro pudiendo generar, por ejemplo, pánico en amas de casa al no saber hasta qué límite realizar la limpieza o perjudicar la actividad de pintores que pudieran perder trabajos por continuar indefinidamente el mismo color de una pared hacia un piso de parquet, entre otras cosas más perjudiciales para la sociedad.
Por esta razón, la elección de la Directora de los Zócalos por unanimidad por parte de las agrupaciones, estuvo dirigida hacia una persona que cumpliera con ciertas características físicas de “normalidad” y que no estuviera influenciada por ninguna de las corrientes ni posiciones antedichas para poder defender la existencia del zócalo como un instrumento sano y natural para una convivencia armoniosa: esto explica que la particularidad de la Directora no sea un aspecto menor ya que la observación de la acumulación de pelusa es un aspecto que atenta contra los Escalonistas al ser un lugar donde más se aloja aquélla en comparación con los zócalos.
El trabajo de la Directora será evaluado por la ONZ (Organización Nacional Del Zócalo) quienes determinarán si es necesaria la construcción obligatoria de zócalos en el Territorio Nacional; para ello realizarán entrevistas y estudios a todos los pobladores que posean y no posean el excedente en la pared para poder demostrar si realmente afecta la convivencia de las personas. En caso de ser perjudicial la ausencia de zócalo, se dispondrá de un Operativo de Emergencia Constructiva que permita la igualdad en tema de vivienda para todos los ciudadanos de la Argentina. Aún quienes no posean el resto de los servicios como agua, luz y gas, dispondrán de su zócalo correspondiente primando la construcción de éste por sobre la adjudicación del resto de los servicios alegando que, si bien una persona sin gas natural tiene la dificultad para cocinarse, bañarse o calefaccionar su casa, la ONZ considera que las consecuencias psíquicas en la población sin zócalo es más perjudicial que la desnutrición o el enfriamiento.
Después de esto, nadie puede decir que las mejoras en Políticas Habitacionales no están dentro de la Agenda de Gobierno.