miércoles, 11 de noviembre de 2009

Carta al hermano

Pensando en la carta que le escribió Kafka al padre, llena de recriminaciones tan bien escritos que lo hacen más doloroso, intentaba hacer algo similar imitando su título pero ésta, a diferencia de aquélla, aparte del abismo literario, intenta ser un humilde regalo de cumpleaños, por lo que dista de ser un escrito recriminatorio. Espero también no llenarlo de momentos emotivos que lindan con el golpe bajo para que llore la doña el domingo a la tarde ni de anécdotas heroicas que nos dejen como ejemplaridad para un mundo mejor. Es sólo un ansia tremenda de escribir (te). Ansia tremenda porque hace mucho que no lo hago (tengo muchas ideas sobre las cuales empezar…pero no me decido por ninguna) y escribir (te) porque creo estar en el momento indicado para hacerlo.
Ambos dos estamos pisando la década número tres y a veces, te confieso hermano mío, creo me pesa bastante y a veces no tanto, ya sabés, depende de mi ciclotímico día.
Como me han dicho hace unos días nomás: “te está agarrando el viejazo”. Puede ser. Me pienso objetivamente y estoy en la flor de la edad; me pienso subjetivamente y me agarra la viejetud. Como sea…si veinte años no son nada, qué serán nuestros veintitantos y qué les espera a los treinta? Pero yo pienso al revés…mis veinte eran miles, los tantos ni te cuento y los treinta serán millones!!
Tomándolo con falsa naturalidad creo vivimos tantas cosas que, enumerarlas, sería reducirlas a palabras en una hoja, además de que seguramente no cabrían acá y, por otra parte, habrían de merecerse algo más que un simple raconto. Sin embargo tengo la sensación de haber estado, al igual que vos, en muchos lugares comunes (no por triviales, sino por el literal sentido de la palabra, “en común”) pero en distinto momento histórico: proyectamos frustraciones creyendo eran posibles y reales, embalamos lo de otros con esa decisión y tozudez que nos caracteriza, apalabramos con nuestra ironía punzante tan bien heredada de nuestro nido paterno y bailamos en cualquier lado esparciendo magia. Y quien lo niegue, sabremos que están equivocados. Pero también nos han golpeado y dejado más vulnerables ante cualquier ventisca, en ese instante en que estábamos bien parados, creyendo estaba todo resuelto. Te vi lagrimear mientras yo moría de impotencia porque a vos, hermanito mío, nadie te puede lastimar. Y quien te lastime, se encontrará con la leona hermana. Y ahí sí, contra los molinos de viento, que me esperen.
Y nos han criticado nuestra relación simbiótica acercándolo casi a lo patológico pero quién nos puede juzgar? Quién puede saber nuestro crecimiento tan a la par cumpliendo funciones que no nos correspondían cuando pequeños, haciendo de padre, madre y hermano como si fuera natural, casi incendiando nuestra casa con gato adentro por no saber prender un horno? Y, a pesar de esto, no podemos decir haberlo pasado realmente mal...hemos tenido nuestras canciones de nenes tristes que se los lleva la lluvia, a Tchaikovsky en nuestra casa, a los abrojos en mis medias, a los paisajes del sur, a las aventuras de Ásterix y a los menhires de Óbelix, al teatro, al cine San Roberto, los cuentos de Quiroga gracias al cual me apodaste, a la música…y tantas otras cosas que no quiero nombrar intentando respetar mi decisión del principio de que ésta no sea una historia para viejas con delantal y ruleros.
Quizás por todo este tiempo y, sumado hace algunos años otro hermano tan parecido y distinto a nosotros, por el cual daría la vida y la muerte al igual que por vos, es que te escribo. O quizás porque ando sensibilizada por un indio que me tiene engüalichada casi sin quererlo. O quizás porque es verdad, me está agarrando el viejazo. O porque quizás hace rato quiero gritarte lo importante que sos para mí. Desde la cuna hasta hoy, vos sos de esas personas que me llena el pecho tener cerca, de saber que, pase lo que pase en este mundo (y eso implica todo: pase lo que pase) vos vas a estar acá y yo ahí. Porque gracias a vos, yo soy esto, bueno o malo, pero esto. Y todos los días, minuto a minuto, me construís y me hacés mejor persona. Porque ahora, que no quería escribir un culebrón venezolano, me sale de adentro y te pido perdón con lo tanto que nos incomodan las cursilerías…pero hermano mío, vos sos eso que me hace pensar, todos los días hasta que me muera, qué bueno es haber nacido en tu casa y en mi casa, con tus padres y los míos y decir: qué bueno que son los mismos! Porque cuando nos quedemos solos y todo se apague, estaremos juntos compartiendo cualquier cosa en cualquier lugar. Felíz cumpleaños. Te quiero con el alma.
Lupe.

6 comentarios:

  1. No sé si el comentario "del padre" de la criatura escritora es lo más adecuado para este lugar, pero quizás mi karma sea estar en el lugar menos indicado a la hora más desatinada. No puedo dejar de emocionarme con el relato. No puedo saber si es "bueno" o "malo" ya que no acaricia, ni pega. Sí sé que es entrañable, que es vieceral, que es imprescindible (para laescritora, para el destinatario,y creo que también para mí) TE FELI

    ResponderEliminar
  2. Me resulta una desmesura figurar entre los destinatarios de esta tan íntima carta. Pero acepto el honor que se me hace y me deleito con este bellísimo testimonio de amor fraternal, del que he sido privilegiado testigo. Doy gracias a la Vida por habérmelo permitido y a vos, Lucía, por colocarme a tu lado y regalarme esta joyita.

    ResponderEliminar
  3. Es un verdadero placer leerte. Estaríamos encantados si disfrutáramos de tu presencia en El Blog de las Letras.

    Un fuerte y afectuoso saludo.

    Esperando volver a leerte.
    elblogdelasletras.blogspot.com

    ResponderEliminar
  4. hola es muy linda para los hermanos allegados,en mi caso tengo dos y pues no convivo mucho con ellos x que me tenian celos x que era la unica mujer en casa la muñequita de papa y sintieron celos pero esta chida la carta ,felicidades x la escritura bye saludos

    ResponderEliminar
  5. el hermano en cuestion11 de marzo de 2010, 8:03

    y a mi me pica el orgullo por tener una hermana tan linda y tan guachita que emocione hasta la piedra de su hermano.

    ResponderEliminar
  6. qué lindo!!! genial los comentarios!! y si hermanito..así es.

    ResponderEliminar